Dragon’s Dogma 2 está repleto de misiones secundarias y actividades de exploración, lo que te permite pasar largos periodos de tiempo ignorando la historia principal y disfrutando de la enorme variedad de su mundo abierto, si eso es lo que prefieres. Sin embargo, no estás obligado a aceptar todas y cada una de las misiones secundarias que te encuentres -de hecho, el juego te advierte explícitamente de que no aceptes demasiadas misiones a la vez- y, a veces, puedes tener dudas sobre si sería mejor rechazar una petición.
Un primer ejemplo de este dilema se produce cuando una joven llamada Flora se cruza en tu camino en la aldea de Melve y te pide que compartas con ella algunos objetos sencillos. Pero dado que los recursos son escasos y que Flora parece un poco sospechosa, ¿qué debes hacer?
**Como en todas las guías de misiones, ten cuidado con los spoilers de la historia a partir de ahora, aunque en este caso sean muy pequeños.
Para ver este contenido, habilita las cookies de destino.Administrar la configuración de cookies¿Te cuesta elegir entre Dragon’s Dogma 2 y Rise of the Ronin? Echa un vistazo a nuestro vídeo comparativo aquíVer en YouTube
¿Deberías ayudar a Flora en Dragon’s Dogma 2?
Al principio de Dragon’s Dogma 2, llegarás al pueblo de Melve, donde se te pedirá que visites la Botica de Runne. En la puerta hay una joven llamada Flora, aprendiz de boticaria, que te ofrece una misión secundaria bastante sencilla: conseguir para ella un objeto curativo Roborant de frutas.
Flora te agarra más o menos cuando te acercas a la Botica de Runne, así que no puedes perdértela. | Crédito de la imagen: NewHotGames / Capcom
La fruta Roborant es fácil de conseguir incluso en este punto tan temprano del juego. Es probable que tus peones te recuerden que podrías ir directamente a la tienda y comprar uno. Pero probablemente tengas los medios para fabricarlo tú mismo: todo lo que hace falta es un puñado de Fruta Seca (hecha combinando dos frutas frescas cualesquiera) y una ramita de Enano Verde, todo ello abundante en las tierras salvajes de los alrededores de Melve. Así que en este momento es cuestión de si prefieres gastar oro o recursos para ayudar a un extraño.
Sin embargo, puede que pienses que Flora parece demasiado dulce e inocente para ser creída (esa inquietante sonrisa de oreja a oreja no le hace ningún favor), y serás perdonado por preguntarte si aceptar esta misión no va a resultar en una desagradable sorpresa.
Dragon’s Dogma 2 está repleto de misiones secundarias y actividades de exploración, lo que te permite pasar largos periodos de tiempo ignorando la historia principal y disfrutando de la enorme variedad de su mundo abierto, si eso es lo que prefieres. Sin embargo, no estás obligado a aceptar todas y cada una de las misiones secundarias que te encuentres -de hecho, el juego te advierte explícitamente de que no aceptes demasiadas misiones a la vez- y, a veces, puedes tener dudas sobre si sería mejor rechazar una petición.
Un primer ejemplo de este dilema se produce cuando una joven llamada Flora se cruza en tu camino en la aldea de Melve y te pide que compartas con ella algunos objetos sencillos. Pero dado que los recursos son escasos y que Flora parece un poco sospechosa, ¿qué debes hacer?
**Como en todas las guías de misiones, ten cuidado con los spoilers de la historia a partir de ahora, aunque en este caso sean muy pequeños.
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Al principio de Dragon’s Dogma 2, llegarás al pueblo de Melve, donde se te pedirá que visites la Botica de Runne. En la puerta hay una joven llamada Flora, aprendiz de boticaria, que te ofrece una misión secundaria bastante sencilla: conseguir para ella un objeto curativo Roborant de frutas.
Flora te agarra más o menos cuando te acercas a la Botica de Runne, así que no puedes perdértela. | Crédito de la imagen: NewHotGames / Capcom
La fruta Roborant es fácil de conseguir incluso en este punto tan temprano del juego. Es probable que tus peones te recuerden que podrías ir directamente a la tienda y comprar uno. Pero probablemente tengas los medios para fabricarlo tú mismo: todo lo que hace falta es un puñado de Fruta Seca (hecha combinando dos frutas frescas cualesquiera) y una ramita de Enano Verde, todo ello abundante en las tierras salvajes de los alrededores de Melve. Así que en este momento es cuestión de si prefieres gastar oro o recursos para ayudar a un extraño.
Sin embargo, puede que pienses que Flora parece demasiado dulce e inocente para ser creída (esa inquietante sonrisa de oreja a oreja no le hace ningún favor), y serás perdonado por preguntarte si aceptar esta misión no va a resultar en una desagradable sorpresa.